Renacimiento


 El Renacimiento 






Renacimiento es el nombre dado en el siglo xix a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental durante los siglos xv y xvi. Fue un periodo de transición entre la Edad Media y los inicios de la     Edad Moderna. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas. La ciudad de Florencia, en Italia, fue el lugar de nacimiento y desarrollo de este movimiento, que se extendió después por toda Europa.

El Renacimiento fue fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo. El término «Renacimiento» se utilizó reivindicando ciertos elementos de la cultura clásica griega y romana, y se aplicó originariamente como una vuelta a los valores de la cultura grecolatina y a la contemplación libre de la naturaleza tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad más rígida y dogmática establecida en la Europa medieval. En esta nueva etapa se planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, con nuevos enfoques en los campos de las artes, la política, la filosofía y las ciencias, sustituyendo el teocentrismo medieval por el antropocentrismo.


Representantes del Renacimiento 

Pintura 

Los pintores más destacados de esta época fueron: en Florencia, Fra Angélico, Masaccio, Benozzo Gozzoli, Piero Della Francesca, Filippo lippi y Paolo Ucello; en Umbría, Perugino; en Padua, Andrea Mantegna; y, en Venecia, Giovanni Bellini. Por encima de todos ellos destaca Sandro Boticelli, autor de alegorías, delicadas madonnas y asuntos mitológicos. Su estilo dulce, muy atento a la belleza y sensibilidad femeninas, y predominantemente dibujístico, caracterizan la escuela florentina de pintura y toda esta época. 

El Cinquecento (siglo xvi) fue la etapa culminante de la pintura renacentista, y denominada por ello a veces como «clasicismo». Los pintores asimilan las novedades y la experimentación cuatrocentistas y las llevan a nuevas cimas creativas. En este momento aparecen grandes maestros, cuyo trabajo servirá de modelo a los artistas durante siglos. El primero de ellos fue Leonardo da Vinci, uno de los grandes genios de todos los tiempos. Fue el ejemplo más acabado de artista multidisciplinar, intelectual y obsesionado con la perfección, que le llevó a dejar muchas obras inconclusas o en proyecto. Poco prolífico en su faceta pictórica, aportó sin embargo muchas innovaciones que condujeron a la historia de la pintura hacia nuevos rumbos. Quizá su principal aportación fue el sfumato o claroscuro, delicada gradación de la luz que otorga a sus pinturas una gran naturalidad, a la vez que ayuda a crear espacio. Estudiaba cuidadosamente la composición de sus obras, como en la Última Cena, donde las figuras se ajustan a un esquema geométrico. Supo unir en sus trabajos la perfección formal a ciertas dosis de misterio, presente, por ejemplo, en la celebérrima Gioconda, La Virgen de las Rocas o el San Juan Bautista.

 

La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana, por Leonardo da Vinci, Museo del Louvre, París. «Verdaderamente celestial y admirable fue Leonardo [...]. Hizo un cartón de Nuestra Señora y santa Ana, con Cristo, que también les pareció maravilloso a todos los artistas; una vez terminado, estuvo expuesto dos días para que lo vieran los hombres y las mujeres, los jóvenes y los viejos, como se va a las fiestas solemnes, para ver las maravillas de Leonardo, que hicieron asombrar a todo este pueblo». Giorgio Vasari, Las Vidas.

 Retrato de Eleonora Gonzaga, por Tiziano. La dama se muestra en la lejanía aristocrática de su opulento atuendo, pero con ciertas alusiones a la vida cotidiana (reloj, ventana abierta al paisaje, perrito dormido) que la acercan al espectador. Galleria degli Uffizi, Florencia.


Escultura 

Miguel Ángel es, cronológicamente, la segunda gran figura. Fundamentalmente escultor, se dedicó a la pintura de forma esporádica, a petición de algunos admiradores de su obra, sobre todo el papa Julio II. Los frescos de la Capilla Sixtina muestran el atormentado mundo interior de este artista, poblado de figuras monumentales, sólidas y tridimensionales como si fueran esculturas, y de llamativa presencia física. En su obra cobra mucha importancia el desnudo, aun cuando la casi totalidad de la misma fue hecha para decorar iglesias.


Música

Durante el Renacimiento hubo muchos músicos como J. Dowland, Jacobo Obrecht, Gaspar van Weerbeke Josquin de Prez, Heinrich Isaac, Adrian, van Vliet, Palestrina, Monteverdi, Lorenzo Canova, Orlande di Lassus, Alonso de Mudarra, Mateo Flecha el viejo, Cristóbal de Guerrero, Tomás Luis de Victoria.

La música renacentista estaba dirigida para todos los públicos y a diferentes tipos de ocasión. Se pueden encontrar muchos formatos de danza y música instrumental.”

Pronto, los artistas empezaron a preguntarse qué ideas querían expresar, de qué manera, en qué momento. Fue así como se profundizó en la notación musical, que aunque ya tenía sus inicios en el siglo XIII, no existía un único código de escritura. Fue solo en esta época cuando se estudió más este aspecto, haciendo que se constituyeran escuelas que aportaron a la escritura musical. 


Obras del Renacimiento 

 Leonardo Da vinci










Representa la última cena de Jesucristo con sus apóstoles mezcló el óleo con el temple (pintura a base de huevo) sobre capas de yeso. Fue pintado entre 1493 y 1498 y fue la obra que dio reconocimiento a Leonardo por aquel entonces.


Miguel Ángel

 

Madonna de Brujas
 - esta escultura de Miguel Ángel es una representación de la Virgen y el Niño, tallada en una sola pieza de mármol.




La escultura de la Piedad es una obra de juventud de Miguel Angel, pues la realizó cuando sólo tenía 24 años, se trata de una de las grandes obras maestras del artista.

La Piedad es un encargo que le hizo al joven Miguel Angel un cardenal benedictino, quien era el embajador de Francia ante la Santa Sede.


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